Representación gráfica de la violencia política en el Perú 1980-2012: Una aproximación a las historietas durante tiempo de violencia interna
En un escenario de violencia de este tipo, resulta inevitable que se produzcan diversas representaciones de la misma. Pues, todos los productos culturales del ser humano -en todas sus manifestaciones- siempre han representado como uno de sus temas recurrentes la violencia. Consideremos simplemente la violencia manifestada en algunas de las obras más importantes de la literatura universal, como la Ilíada, de Homero; Los miserables, de Víctor Hugo; en obras fílmicas como El Padrino, Apocalipsis Now, o La Naranja mecánica; historietas como Wachmen[i], Maus[ii]. En el caso de la historieta, las representación de la violencia, como también en los films y las novelas, son una condición casi imprescindible, dada su condición generadora (sea como causa, consecuencia, manifestación, etc.) de un conflicto que ha de desarrollar. De ahí que la banalización, la apología, la normalización o la estilización de la violencia, sean riegos constantes en los que pueden naufragar muchas historietas (en algunos casos, estos riegos no son evitados, en tanto en otros, se busca esto para favorecer un consumo constante de la violencia llevada a niveles de normalización estética). Pero no toda novela, filme o historieta busca ser protagonista de un consumo indiscriminado, en muchas ocasiones se pretende otros objetivos, apelando a las diversas funciones que ofrece un lenguaje (López Degregori, 2000), como, por ejemplo, condicionar una reacción de parte del receptor (función apelativa), buscar la exteriorización de sus actitudes, de sus sentimientos y estados de ánimo, así como la de sus deseos, voluntades, nivel socioeconómico y el grado de interés o de apasionamiento (función expresiva), propósito estético (función poética) entre muchos otros. Las manifestaciones que se pueden considerar como superiores en campos tan variados como la novela, los films y, desde luego, la historieta, han evitado la simplicidad y han sabido tener la capacidad de ser apreciables en múltiples niveles, más allá del simple entretenimiento (a sabiendas del autor o no). Todo lo anterior aplicado a la representación de la violencia en sentido general, es aplicable a la representación de la violencia política en particular, para el caso de la historieta peruana.