Por Mg. Sandra Vergara, Coordinadora del Grupo de Apoyo al Sector Rural PUCP
La ciencia nos cautiva a todos. No nos debería sorprender lo que un buen espectáculo de ciencia puede lograr no solo en las mentes curiosas sino en las más escépticas también; ni como nos maravilla con sus manifestaciones detrás de lo más cotidiano de nuestras vidas. Solemos olvidarnos que cuando te sumerges en ella vives un festín donde prima el pensamiento lógico y la búsqueda de la verdad. Es un viaje y reto constante, que te lleva a siempre seguir trabajando en conocer más; y, de manera llevadera, cuando uno abraza la incertidumbre y empieza a atreverse a cumplir nuevos retos. ¿Quién podría no verse maravillado con lo lejos que hemos llegado con ella, con el conocimiento y nuestra capacidad de construir a partir de ella?
Sin embargo, no fue hasta 1894 que Laura Esther Rodríguez Dulanto, fue admitida en la Facultad de Medicina de la Universidad Mayor de San Marcos, donde obtuvo su título en Medicina Quirúrgica en 1900 y se convirtió en la primera médica peruana. Mientras que, en nuestra casa de estudios, es Leonor Zevallos la primera mujer que se tiene registró, estudió en la especialidad de Construcciones Civiles, hoy en día Ingeniería civil, en el año 1934. Es decir, durante los 127 últimos años, el número de mujeres en estas carreras ha ido en aumento progresivo; convirtiéndonos nosotras mismas protagonistas de este cambio.
Considerando la ciencia como una construcción social, cumplimos un rol importante en revertir la subrepresentación de las mujeres, con tan solo el 30.3% en las disciplinas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemática (STEM por sus siglas en inglés) según la SUNEDU en el 2019. Además, cabe resaltar que, la participación de científicas, matemáticas e ingenieras representa la oportunidad de ampliar el debate en los diferentes campos de acción desde una perspectiva distinta. Será además necesario no dudar en involucrarse en la toma de decisiones del mundo empresarial, de la investigación o académico.
La pluralidad de nuestra universidad la convierte en una de las más completas en cuanto a la oferta académica. Del mismo modo, el incremento de la presencia de mujeres, no deja dudas, aportará con una mayor diversidad de perspectivas en la investigación y la enseñanza. Nuestra tarea es creernos capaces de lograr nuestras metas; y motivar a más mujeres a sumergirse, en el mundo de la ciencia; porque la satisfacción de cumplir nuestros propios objetivos vale el esfuerzo.
Quien no conoce su historia, no puede trabajar para mejorar su futuro. Trabajar en profesiones como las ciencias siempre fue un desafío para las mujeres, que resaltan aún más cuando son coronadas con el éxito
Felicitaciones, un muy interesante escrito